jueves, 8 de octubre de 2020

El Islam: Origen y fundamentos




 La civilización islámica: origen y fundamentos.

La península Arábiga, habitada en los primeros siglos de la era cristiana por beduinos nómades o semisedentarios, fue el contexto geográfico y humano del que brotaron la cultura y la civilización islámicas.




Se dice que en La Meca, centro de peregrinación, ciudad de caravanas y núcleo mercantil del mundo medieval nació Mahoma. Allí la verdad le fue revelada y comenzó su prédica del Islam hasta que en el 622 -inicio de la Hégira-, fue a refugiarse bajo peligro de muerte a la ciudad de Medina, en la cual encontró protección y creó los fundamentos espirituales e institucionales de la comunidad musulmana. 




Los diez años de su vida en Medina y los treinta que siguieron a la muerte de Mahoma, en que gobernaron los cuatro califas ortodoxos que le acompañaron en vida (632-661), son reputados por el sentimiento musulmán como "la edad de oro" del Islam.

Sostenida por la íntima convicción de su mensaje y por la fuerza arrolladora de los ejércitos árabes, la expansión islámica derrotó a los imperios sasánida y bizantino así como al Occidente del desmembrado imperio romano e hizo del mundo musulmán un imperio que encabezó el comercio mundial y edificó una red de grandes ciudades.




Ciudad islámica e instituciones religiosas

La ciudad islámica es la comunidad de personas que profesan el Islam. Constituye la umma o nación, en la cual cada musulmán se reconoce, independientemente de que viva solo o en grupo y sea ciudadano o campesino, nómade o sedentario. Una interpretación más acotada la define como Dar al-Islam, "morada del Islam" y la limita a los países o grupos urbanos en que rige la ley canónica islámica y se practican sus formas tradicionales de vida.



El Islam, que significa "sumisión a Dios", comprende tres instituciones religiosas fundamentales: el Corán, la Tradición del Profeta (sunna) y las enseñanzas escritas y orales de los juristas. 

El Profeta, el "elegido" providencialmente para trasmitir a los hombres la ley musulmana (la sari'a), encarnó el modelo de hombre del mundo islámico. La colección de sus dichos y consejos y hasta de sus actos y gestos fue recogida, durante el tercer siglo de la Hégira, en los hadits o "tradiciones", con el fin de facilitar su reproducción y conocimiento por parte de la comunidad de fieles.

Ni el Corán ni la Sunna, sin embargo, están elaborados como cuerpos de leyes. Fue labor posterior de los eruditos del Islam la formulación de un sistema jurídico que rige y divide los actos de los creyentes en obligatorios, recomendados, permitidos, condenables y prohibidos, y supone una divergencia entre la jurisprudencia "sunní", que desaprueba la reflexión personal y la evolución o adaptabilidad de la ley, y la "si'i", que las pondera. 

Una sabiduría que como la musulmana tiende a introducir la dimensión religiosa en todos los aspectos de la vida, toma esta divergencia por diferencias de interpretación que derivan, en última instancia, de la bondad divina. "Los desacuerdos de los sabios -declara uno de sus proverbios- son una merced".




Ahora es el momento de trabajar un poco. Copia y responde a las siguientes cuestiones:

1.- ¿ Dónde surgió la civilización islámica?

2.- ¿ Cuál es su centro de peregrinación?

3.- ¿ A qué imperios derrotaron en su expansión?

4.- ¿ Qué significa Islam?

5.- ¿ Cómo se llama su profeta?


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